El Papa Benedicto XVI instó hoy a erradicar todo tipo de violencia, ya sea verbal o física, porque advirtió que ella es siempre un ultraje a la dignidad humana.
En el segundo día de su visita apostólica aLíbano, el obispo de Roma pronunció un discurso ante representantes de las instituciones nacionales, del cuerpo diplomático y del mundo de la cultura en un salón del Palacio Presidencial de Baabda.
"En Líbano, cristiandad e Islam habitan en el mismo espacio desde hace siglos. No es raro ver en la misma familia ambas religiones. Si en una misma familia ésto es posible, ¿por qué no debería serlo a nivel de la entera sociedad?", cuestionó.
"La especificidad del Medio Oriente consiste en la mezcla secular de componentes diversos. Cierto, ¡ellos son también combatidos! Una sociedad plural existe sólo por efecto del respeto recíproco, del deseo de conocer al otro y del diálogo continuo", agregó.
Más adelante advirtió que el mal no es una fuerza anónima que actúa en el mundo en modo impersonal o determinista, sino que el demonio pasa a través de la libertad humana y busca un aliado: el hombre.
Sostuvo que al ofender el primer mandamiento, el amor a Dios, el ser humano pervierte el segundo, el amor al prójimo. "Con el mal, el amor al prójimo desaparece a favor de la mentira y de la mentira, del odio y de la muerte", insistió.
Empero estableció que es posible no dejarse vencer por el mal y vencer el mal con el bien; para lograrlo se debe tener una conversión, apuntó.
En su discurso Joseph Ratzinger llamó también a apreciar públicamente las obras pacíficas y a destacar su influjo para el bien común, con lo cual se puede acrecentar el interés por la paz.
"Como atestigua la historia, tales gestos de paz tiene un rol considerable en la vida social, nacional e internacional. La educación a la paz formará así hombres y mujeres generosos y rectos, atentos a todos y particularmente a las personas más débiles", dijo.
"Pensamientos de paz, palabras de paz y gestos de paz crean una atmósfera de respeto, de honestidad y de cordialidad, donde los errores y las ofensas pueden ser reconocidas en verdad para avanzar juntos hacia la reconciliación", ponderó.
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