28 jun 2012

México, paraíso fílmico

En agosto de 2004, el realizador de Tony Scott recibió de frente la pregunta, mientras promocionaba Hombre en llamas: ¿por qué filmar en México una historia que hablara de secuestros, corrupción y periodistas que tenían sexo con cualquiera, con tal de tener información?
Scott no perdió la calma. Durante semanas había ocupado locaciones del Distrito Federal y el municipio de Nezahualcóyotl para contar el guión.
“Vi distintos lugares en donde existe el secuestro; después, durante mi investigación, quedaron dos: México y Río de Janeiro. Pero México llamó mi atención y se convirtió en un personaje porque es hermoso, sensual y peligroso”.
Así como Scott, varios directores extranjeros han decidido filmar en tierras nacionales por motivos que van desde tener locaciones adecuadas, hasta la temática.
El australiano Mel Gibson con Apocalypto; el francés Luc Besson por Bandidas y Steven Soderbergh con Into wild y El Che, son prueba de ello.

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